miércoles, diciembre 28, 2005

¿Qué tal?, ¿Cómo estás?

Una breve reflexión sobre la muerte de la amistad

Cuando era muy joven, allá en la década de los '50,
cuando me preguntaban sobre mi situación, contestaba
sinceramente: bien, regular o simplemente mal.

Felizmente, en esa época, y en el ambiente en que
crecí, la ciudad de Buenos Aires, que por ese entonces
ya se empinaba en los seis millones de habitantes,
las respuestas negativas o problemáticas, hacían
surgir una espontánea solidaridad, expresada en una
forma muy cariñosa: "pobrecito... en qué te ayudo?".

Y no era una curiosidad malsana, de ninguna manera.
La ayuda ofrecida se materializaba, en especies,
en favores o simplemente en dinero. ¡Excelente!.

Así era. Si alguien se interesaba sobre cómo estaba
nuestra situación, siempre era porque estaba dispuesto
a ayudar en caso necesario. ¡Qué tiempos aquellos...!

Hoy, la amistad ha muerto. Ante la misma pregunta,
en esta ciudad de Santiago, que ahora, cincuenta años
después también llega a los seis millones de habitantes...
¿Quién se atreve a contestar algo distinto a un "muy bien"!

Nadie. Aquí en Santiago, la ciudad record mundial en
problemas de salud mental, todos están "muy bien"!.
Una ciudad donde un 60% están endeudados o aún más
que eso, nadie está dispuesto a decir la verdad de su
situación, porque sabe que si lo hace, será pasto de
toda suerte de críticas. Lo menos que puede esperar
es que le digan en su cara, y por boca de su "mejor
amigo", que si está mal es por su irresponsabilidad.

¡Con estos "amigos", quién quiere enemigos!.

Las cosas han llegado al extremo que a través de la
radio que más escucho, Bío-Bío, un simpático animador
sostuvo, con la mejor intención que... "los amigos no
son para resolver nuestros problemas". Es decir, que
si tenemos dificultades, no debemos "molestar" a
nuestros amigos!. Casi no pude creerlo.

Yo crecí con la idea, que aún mantengo, que los
amigos, los verdaderos amigos, son los que te
ayudan en épocas de desgracia, no son aquellos
que te rodean alegremente cuando te va bien,
sino aquellos que te consuelan y están contigo,
ayudándote, en los peores momentos.

En nuestros días, los peores momentos son los
de la cesantía, la época de las "vacas flacas".
Allí está la mano del amigo, que paga tus deudas
e incluso, literalmente, te da casa y comida.

Yo tuve, por más de veinte años, un amigo así,
mi mejor amigo, a quién rindo publico homenaje,
Edison Renato Acuña Lillo, Q.E.P.D.
quién nunca me abandonó cuando tuve problemas.

Dichosos aquellos que aún tienen un Amigo, así,
con mayúscula, como en los viejos tiempos.

Hoy en día, encontramos a un "Nova Bank" que
se publicita como "el Banco que te quiere feliz"!,
o algo parecido. No confies en él, todo lo que
le conviene a un Banco, perjudica al usuario.

Una consecuencia nefasta más de la economía
de mercado. El fin de la amistad. Ahora, ha surgido
un nueva "amistad", que sólo se mantiene mientras
tengas el dinero suficiente para pagar la cuenta.

¡Adiós, Edison, querido amigo, hasta nunca!...

¿Cree usted en Dios?

No logro dar con otra pregunta más ofensiva
y agresiva que esta. No la podría responder.

¿Por qué?. Parece inofensiva, sencilla.
Pero no lo es. En primer lugar, quien la hace
cree en un Dios determinado y siempre se
la hace a quien sospecha que no cree en Él.

No hay, entonces, una respuesta afirmativa,
que vendría a poner paz en la situación, o al
menos a satisfacer positivamente un simple
curiosidad. Pero la pregunta es cualquier cosa,
menos simple.

En segundo lugar, los conceptos empleados.
¿Qué es una creencia?. Para alguien informado
y formado en la cultura occidental, creencia
suena a dejar de lado al método científico,
una de las bases de nuestra actual civilización.

El diálogo es una de las mejores formas de
entendimiento humano. Pero para que sea
fructífero, es necesario llegar a esa poderosa
instancia, sin creencias. De otro modo...
¿Cómo podríamos comenzar a ponernos de
acuerdo en algo, si ya traemos desde "afuera"
una idea preconcebida y sobre la cual, sin duda,
no admitiremos ninguna discusión?.

Si dialogamos a partir de creencias, es tiempo
perdido. Nadie puede pretender eliminar una
creencia en otro ser humano. El tratar de hacerlo
sólo daría paso a la más terrible violencia, que
no acabaría sino con la muerte del más débil.

En tercer lugar... ¿Qué se entiende por Dios?
¿A qué Dios se refiere la pregunta?. Seguramente
será, como hemos dicho, el Dios del que pregunta,
pero no sabemos el contenido del concepto.

Aún si nos aclararan ambas dudas, nuestra respuesta
sería desagradable para el que preguntó, ya que
podríamos responderle que creemos en otro Dios,
no en de él, lo que podría tener varias consecuencias,
ninguna de las cuales tendría un buen fin.

Peor aún, probablemente nuestra respuesta será
negativa. No, no creemos en "su" Dios, y aún más,
no creemos en ningún Dios o dioses. Así, podremos
declarar que somos agnósticos o ateos, pero esos
términos no son agradables para el que las emite.

Declararse ateo, implica, la mayor parte de las veces,
estar en contra de las religiones y sus dioses, e
incluso, caer bajo sospecha de carecer de moral.
Declararse agnóstico, como el término lo indica,
equivale a declararse ignorante en materia religiosa
y exponerse a que el preguntón comience una tediosa
e insoportable sesión de enseñanza proselitista.

En definitiva, no hay respuesta adecuada a la pregunta,
a menos que se le responda, en forma obsecuente,
"deseo creer en tu Dios, enséñame, querido amigo".
Cualquier otra respuesta encierra un peligro inminente.

Los que suelen hacer esa pregunta, por lo general,
son misioneros de algunas iglesias que andan en
busca de nuevos prosélitos. Felizmente, en el siglo
actual, (XXI), ya no va uno a parar a la hoguera,
si declara que no cree en ningún Dios.

¡Menos mal, gracias a Dios!.

miércoles, diciembre 14, 2005

Felicidad conyugal

"Felicidad conyugal" es el título de una de las novelas
breves del gran escritor ruso León Tolstoi. En una de
sus páginas encuentro esta "joya literaria":

" - A mí me parece que el hombre no puede
ni debe decir que ama - replicó Serguei Mijailovich.
- ¿Por qué? -pregunté.
- Porque siempre es mentira. (...)
Me parece que los hombres que pronuncian con
solemnidad "Te quiero", se engañan a sí mismos,
o, lo que es peor, engañan a los demás".
- Entonces, ¿Cómo puede saber una mujer que le
quieren si no se lo dicen?, preguntó Katia.
- No lo sé - respondió Serguei Mijailovich. Cada cual
tiene su manera de expresar su amor."


Estoy muy de acuerdo con León Tolstoi.
(Aunque suene ridículo que un "don nadie"
pretenda estar de acuerdo con un gigante
de la literatura mundial).
Un hombre pierde su tiempo si se pregunta si ama
o no a una mujer. Nunca lo sabrá.

Si la mujer lo solicita, tendrá que decidir si le dice:
"Te quiero", con el riesgo que si se niega, la relación
probablemente se rompa. El riesgo de aceptar decirlo,
es que siempre será una mentira, precisamente porque
ni el mismo lo sabe. Un hombre puede dar su vida por
una mujer, pero eso no implica que la ame o no.

Es la propia mujer la que puede decir al hombre, si
se siente querida o no por él. Eso deberá bastarle.
Y si un hombre quiere saber si una mujer lo ama,
bastará con que se lo pregunte, pero nunca debería
hacerlo, ya que la mujer se lo dirá en cuanto lo sienta,
sin esperar a que se lo pregunte.

Nada más agradable para una mujer que poder expresar
verbalmente sus sentimientos. También le agradará
escuchar declaraciones de amor, a pesar de ser falsas.
¿Cómo puede saber una mujer si un hombre la quiere?.
Nunca a través de una respuesta o una declaración.

Sólo podrá deducir que un hombre la ama por sus actos,
por los hechos, por el comportamiento hacia ella del
hombre involucrado. Como bien dice "el librode los libros":

Por sus frutos los conocereís.

viernes, diciembre 09, 2005

Sentimientos

¿Qué es lo importante?
¿Qué es lo que nos importa más a nosotros?
Algunos lo tienen muy claro, o creen que lo tienen.
Yo sólo lo vislumbro, a veces.

Es dífícil, a veces muy difícil, poder distinguir.
Distinguir entre todo lo que nos rodea y a veces,
a veces más de lo que quisiéramos, nos abruma.

No son la cosas, sino quienes están detrás de las cosas.
No es el edificio, sino el arquitecto.
No es el poema, sino el poeta.

Parafraseando a Buber, "es el hombre con el hombre".
Es el ser humano que está detrás de todas las cosas.

He preferido las antiguas ciudades, Toledo, Zaragoza,
Barcelona, Roma, Florencia, Venecia, Viena, Praga...
antes que las maravillas de la Naturaleza.
Supongo que estar ante las grandes aguas de Iguazú
debe ser maravilloso, pero aún no he llegado.

Prefiero las obras humanas, antes que las naturales.
Creaciones magníficas, dignas de la admiración de todos,
que trascendiendo los siglos, nos asombran y conmueven.

Pero más allá de sus obras está el hombre mismo,
esa "débil caña pensante", al decir de Pascal.
Está las relaciones humanas, los sentimientos.

Está la amistad... aún existe?. Yo tuve un amigo,
el 7 de diciembre hubiera cumplido 77 años.
Los mejores se van primero. ¿Verdad, Edison?.

Existe la amistad pero es un tesoro difícil de hallar.
¿Y qué decir del amor?. El amor está en la vida misma.
Más allá de la razón, más allá de todo, misterioso...

¿Qué es lo que me importa más?

Es lo que nunca se alcanza, lo que se desea,
lo que humedece nuestros ojos,
lo que sentimos al escuchar nuestra música.

La emoción que nos invade con el poema,
con la obra de arte predilecta, manifestada a través
de tantas maneras, en el teatro, en el cine,
en el canto, en la danza, en la literatura.

Lo importante es la rosa, es la rosa, es la rosa.

miércoles, noviembre 30, 2005

Algunos son más iguales

A veces nos quejamos, en un coloquio con nosotros
mismos, considerando que estamos solos, aunque lo
más probable es que solamente nos sentimos solos.

Sin embargo, al encontrarnos de sopetón, con diversas
personas, quizás en el transcurso de un mismo día, no
aprovechamos la infinita variedad del género humano y,
con increíble estulticia, rechazamos a los demás.

¿Por qué haríamos algo tan descabellado?

Hay dos razones que quizás puede ser sólo una.
Queremos tratar con clones, no con personas.

Manifestándonos perfectamente fascistas,
dejando de lado, no sólo toda democracia,
sino hasta la cordialidad, el "savoir vivre",
y cuanto pudiéramos haber aprendido sobre los
derechos humanos, rechazamos a los demás.

Y aquí distingo las dos razones a que aludí.
A unos los rechazamos porque los consideramos
inferiores a nuestras expectativas y a otros,
porque superan nuestras expectativas.

Los unos, no tienen el nivel cultural suficiente,
los otros, nos apabullan con su sapiencia y nos
sentimos sobrepasados, disminuidos ante quien
nos abruma con su sabiduría.

¿Qué nos está pasando?. ¿Solamente podemos estar
entre iguales?. ¿Acaso existe la igualdad?.

Todos somos iguales,
pero algunos son más iguales!.


¿Cómo lograr la sabiduría suficiente para reconocer
en cualquier ser humano a un semejante, a un hermano?.

No podemos aislarnos, debemos evitar la antropofobia,
ver en el Otro a un semejante sometido a todos nuestros
propios pesares y angustias.

Ni superiores, ni inferiores. Diferentes, sí. Diversos.
Todos somos distintos, tenemos "distinción".
Lo que nos da esa categoría de "distinguidos",
es nuestra propia humanidad. Nuestra unicidad.

Nadie es igual a nosotros. Los clones no existen.
Cada uno tiene su palabra y tiene derecho a expresarla.
Alguien dijo, alguna vez: "escuchar es amar".
Creo que también que hablar a otro es también amar.

Entonces, en el diálogo está el punto de encuentro.
Sobre el diálogo fructífero, enriquecedor, tenemos la
palabra escrita de un sabio, el físico David Bohm.

El sostiene en su breve libro, que al diálogo debemos
llegar libre de creencias, ajenos a todo rechazo o prejuicio.
En el simple encuentro entre humanos de buena voluntad
crece lo mejor de nuestra Humanidad.

miércoles, noviembre 23, 2005

Los fracasados

En nuestros días al acceder a un medio de transporte,
el metro, por ejemplo, o el "subte", como dirían en la
"reina del Plata", mi Buenos Aires querido, podemos
observar, sin ser muy perspicaces, rostros ajados,
tristes, más que serios, ensimismados, sin sonrisas.

Algunos, muchos en realidad, lo atribuyen a la influencia
de la gran ciudad, el stress de las multitudes y a mil
causas distintas, hilando una serie de telarañas
psicológicas, a cual más variada que la otra.

A muy pocos se les ocurre que el problema no es
personal sino social, más aún, es un problema
de carácter político.

La política no es la gobernabilidad o la gestión,
no es administración y nada tiene que ver con
decisiones económicas o de soberanía.
La verdadera política es ajena a todo interés
lucrativo, privado o familiar. Ese ámbito es
un espacio en el cual no existe libertad.

La política es un espacio donde reinan
la libertad y la igualdad, sin desmedro de
ninguna de ellas. Es un estilo de vida en
la que todos conservan su dignidad y se
valora su diversidad, su unicidad.

Porque cada ser humano es único e irrepetible.
En ello radica su dignidad. De ello emanan
sus derechos. Toda política debe tener como
base fundamental los principios expresados
en la Declaración de los Derechos Humanos
de las Naciones Unidas, de 1948.

Aunque puedan perfeccionarse y así está
ocurriendo, es un fundamento ineludible.

Esos rostros que he tratado de describir
someramente en el inicio, se podrían
también denominar como los rostros
del fracaso. ¿Son fracasados?".

Si le hacemos una encuesta a uno de
ellos, a un hombre común, a nuestras
preguntas sobre el éxito, nos dirá que
no gana lo suficiente, tiene deudas,
es un fracasado económico.

¿Ha sido un buen padre?.
Sus hijos toman drogas y les ha ido
mal en el colegio. Un fracaso.
¿Y la pareja?. Ahh... divorciado.
Otro fracaso. ¿Algún éxito en su actividad?
Ninguno. Nunca ha escrito un libro,
no ha inventado nada, de viajes ni hablar,
pocos o ningún amigo... terrible.

¿Y la salud?. ¡Vaya, todos esos remedios...!
Al menos en el deporte... no los practica.
Su equipo de futbol... quizás?.
¿Sólo los grandes ídolos por T.V.?
Ronaldo?... Ronaldinho?...Robinho?...
Ah... no es brasileño, ya...

Un fracaso completo.
He aquí un logro, un éxito!
¡Un fracasado 100%!.

No es cierto. Ningún ser humano es un fracaso.
Lo que es un fracaso es el modelo socio-económico
imperante hoy en el mundo, que provoca la
existencia de un 10% de personas exitosas
y un 90% de falsos "fracasados".

Una sociedad capitalista neoliberal globalizadora,
donde sólo el lucro es el único valor.
Donde todo se compra y se vende, hasta la dignidad.
Donde la competencia y el consumismo son
dogmas imposibles de discutir.

Los fracasados son aquellos que han vendido
su conciencia al becerro de oro.
Al Dios Dólar, al Dios Yen, al Dios Euro.

Otro mundo es posible. Un mundo más justo.
Un mundo democrático y humano.
Un mundo donde cada ser humano, sólo por
ser persona, es todo un éxito.

lunes, noviembre 21, 2005

Facta... non verba

Es paradójico lo que escribiré, pero no puedo evitarlo.
Leyendo algunos blogs, he visto en algunos una enorme
producción de palabras y palabras, en frases a veces
hermosas, otras no tanto, pero siempre llenas de dolor,
casi deseperación, donde se menciona la soledad, el deseo
de amar y ser amado, en fin, de denuncia de todos los
males del mundo, en forma reiterada, casi todos los días.

¿Qué pretenden?. ¿Qué esperan, expresando tanto dolor?.
¿Desahogarse?. Por qué es incesante repetición de lo mismo,
una y otra vez. ¿Por qué no hacen algo para remediarlo?.

No se trata de que arreglen el mundo, sino que se arreglen
ellos mismos. Busquen a quien les dé cariño, si les hace
tanta falta. Los que escriben son muy jóvenes por lo que
les sobrarán hombros sobre los cuales derramar sus lágrimas.

El adagio latino dice bien: "facta, non verba".
Hechos y no palabras.
"Por sus frutos los conocereís".

Alguien podría decirme, pero también tú escribes.
Sí, pero yo no me estoy lamentando de mi situación.
Lo único que me gustaría es encontrar, algunos
comentarios, aunque sean críticas, respecto a las
ideas que expongo, comunicación, nada más.

Las escribo, para mí mismo, y para que, ya en el
"hiperespacio", quizás encuentre algún eco en un
ámbito mucho más grande que el entorno en que vivo.

Lo que más me llama la atención de esas páginas
plañideras, llenas de lamentos y visiones penosas,
es que, cuando por azar, alguien, con mucha más
experiencia de la vida, insinua aclarar algunas
ideas para fortalecer a esa alma adolorida, por
ningún motivo desean dejar de seguir en sus
lacrimosas y tristes publicaciones diarias.

¿Qué pensar entonces?. Es relativamente sencillo.
Equivale al llanto del pequeño niño, ese que
sigue al primer estallido, quizás con razón,
me refiero a ese otro, una especie de llanto
en sordina, que el chiquitín escucha salir de
sí mismo y que... le encanta!. Y sigue así,
llorando por un buen rato, ya sin causa alguna,
sólo solazándose de su propia pena.

A los dos años, se justifica, pero considero que
a los 22, ya es un poco tarde. Nadie escuchará,
porque los escritos no son literarios, sino
psicológicos. No están encaminados a obtener
un lauro académico o ganar premios, sólo
son lamentos en la oscuridad.

¡Los invito a salir a la luz de la vida,
a esta vida que es hermosa, bella!
Amen, trabajen, estudien, ayuden, entren en
una acción creadora, dejen de llorar o quejarse,
díganle sí a la vida, y decidan ser felices!.

miércoles, noviembre 16, 2005

Sueños, esperanzas e ilusiones

Alguien dijo alguna vez, lo mejor de la vida
es la ilusión. Otro dijo, mientras hay vida,
hay esperanzas. Un tercero sostiene, todo
plan comienza con un sueño.

Creo que puedo englobar todo esto con el
concepto expectativas.

Considerando que el presente no existe, que
todo es pasado o futuro, las expectativas de
todo tipo, sean sueños, esperanzas o ilusiones,
son algo así como largos ganchos que arrojamos
hacia el futuro, parecidos a los que usaban los
antiguos piratas antes de abordar a su presa.

Cualquier hombre solo sueña con una mujer,
hermosa y cariñosa, con quien compartir su vida.
Todos tenemos la esperanza siempre presente
que el mañana será mejor que el hoy.
Y en un número de lotería, que nunca es premiado,
depositamos, tontamente, nuestras mejores
ilusiones de mejorar nuestra escuálida economía.

Los sueños, ya lo dijo el poeta, sueños son.
Las esperanzas están siempre frustradas.
Las ilusiones se mueren semana a semana.

¿Qué podemos hacer?.
¿Dejar de soñar despiertos?
¿Renunciar a toda esperanza?
¿Suprimir las ilusiones?

NO. Es imposible.
Sería casi como dejar de vivir.

Porque los sueños, esperanzas e ilusiones,
son las responsables, siempre, de esa
sonrisa que nos ilumina el rostro
nuestro de cada día.

lunes, noviembre 14, 2005

Juventud, divino tesoro

El vocablo "juventud" es casi mágico actualmente.
Todos quieren ser o verse jóvenes. Desde mediados del
siglo XX se da esta tendencia, primero en Estados Unidos
y un poco más tarde en Latinoamérica.

En Chile, una de las consecuencias de esta adoración
por la juventud es que el amor, es decir, las relaciones
sentimentales de pareja o "pololeo", sólo se admite
entre la juventud. Cualquier pareja en la cual, uno de
los dos sea mayor que el otro, es vista con desprecio,
al punto que se le insulta en plena calle. Desde lejos,
claro, como buenos cobardes.

A los de tercera edad, les está prácticamente prohibido,
por esta pacata sociedad, ni siquiera insinuar que tienen
o desean tener relaciones amorosas. ¡Qué escándalo!
Un abuelito degenerado, un "viejo verde".

Vamos por partes... qué nos dicen los entendidos, en
cuanto a los dominios del Dios Cronos. ¿Qué edad es
esa llamada "juventud"?. Para desilusión de esos
pequeños monstruos de 12 a 19 años, ellos no serían
jóvenes, sino adolescentes, divididos en tres etapas:
preadolescentes entre 12 a 14, adolescentes entre
15 a 17 y adolescentes mayores entre 18 a 19.

La juventud propiamente tal, se daría entre los 20 a
los 29 años. Y para los de 30 a 39 estaría la expresión
"adultos jóvenes". Bien, quedémosnos entonces, con
los jóvenes, los que están viviendo su tercera década.

Para empezar por cualquier lugar, porque este blog es
así, sólo improvisación del momento frente a la pantalla,
algo curioso y a la vez tragicómico: cuando yo era
un joven, en la llamada década prodigiosa, la de los '60,
ante una pregunta difícil, nuestros padres respondían,
"pregúntele a mi hijo, el sabe". Y por cierto, sabíamos.
Ahora, usted le pregunta algo difícil a un joven y le dirá,
impávidamente, "pregúntele a mi padre, él sabe".

¿Qué diablos pasó?. ¿Los nacidos entre los años 1930
y 1950 del siglo pasado somos los sabios y la generación
anterior no sabían porque " no habían llegado a la
universidad" y nuestros hijos tampoco saben, porque
"los estudiantes universitarios actuales no estudian"?.

Como Condorito..."exijo una explicación"!.

Los que nos graduamos como profesionales entre las
décadas del '50 al '60, éramos y somos, "cultos",
ahora, con nobles excepciones, encontramos a los
que llamo "profecionales", así, con C. Porque así
lo escriben. ¿Qué pasó con el idioma?.

¿Es que está naciendo un nuevo idioma?.
Es muy probable. De hecho, el lenguaje de los llamados
"chats", es una jerga muy distinta del castellano,
del inglés o cualquier idioma moderno.

Otro tema, muy propio de la juventud: el amor.
Desde los tiempos más remotos, el amor y la juventud
han sido casi sinónimos. Romeo y Julieta eran, si no
me equivoco, incluso adolescentes, de 15 y 16 años.

¿Cómo practican el amor, hoy, la juventud?.
Si les creo a los jóvenes que me han informado,
debo llegar a la conclusión que hoy, entre los
jóvenes el amor se deletrea así: s - e - x - o.

En un gran letrero veo a una adolescente liceana
diciendo: "Es divertido desde que aprendí a ponerlo".

Me parece muy bien y necesario que nos cuidemos
de las enfermedades de transmisión sexual, especialmente
del fatídico SIDA, también me parece necesario que
se haga todo lo posible por establecer una paternidad
responsable.

Soy contrario al aborto, en principio, porque creo que
esa decisión hay que preguntársela al ser humano que
está por nacer: "¿Quieres morir?". Creo que dirá NO.

Pero... ¿Cuántas de nuestras liceanas, entre 14 a 17
años tienen vida heterosexual activa?. ¿Son la mayoría?
Creo que no. No estoy en contra del letrero, de la
recomendación de usar preservativos, estoy en contra
de haberle puesto uniforme a esa jovencita.

El sexo, con amor, no es divertido, es hermoso,
noble, gozoso, admirable, placentero, sublime,
maravilloso, exquisito, rico, etc., todo, menos divertido.

Lo que se hace por diversión, es para "matar el tiempo",
quizás porque no se tiene nada bueno que hacer.
Los aburridos tratan de divertirse, y los que se aburren,
me parece que son parientes de los burros, con
perdón de esos nobles animales.

Pongamos a la hermosa muchacha propiciando el uso
del condón, pero con ropas juveniles y femeninas,
y diciendo algo como: "hacer el amor es hermoso,
pero seamos responsables" o algo parecido.

Me declaro caduco en esto, nunca he pedido a una
pareja que me ponga un preservativo, siempre lo
he hecho personalmente. Por razones de seguridad.
Un condón mal puesto, es posible que se rompa.
Y a un profiláctico roto, no lo encuentro divertido.

Pero... diablos, estamos hablando de la juventud actual.
La juventud antigua, esperaba ansiosa el día en que
cumplía la mayorìa de edad. Su propio regalo era la
inscripción... por fin!, en los registros electorales.
¡Qué orgullo era saberse un ciudadano con derecho
a sufragio!. Hoy, las estadísticas nos dicen que en
el Chile actual, hay dos millones, que "no están ni ahí",
con el proceso electoral. La polìtica no les interesa.

¿Acaso han leído una definición de política?.
No se les puede pedir que conozcan a Hannah Arendt.
Pero su falta de interés no es una protesta contra
el actual sistema de gobierno, no, es sólo abulia y de
la peor, la unida al egoísmo, al de que se preocupa
sólo de sí mismo y de nadie más.

Felizmente, aún hay jóvenes que son solidarios,
e inteligentes y generosos. Verdaderos ejemplos
de buenos seres humanos. Ser joven hoy día, es mucho
más difícil que hace cuatro o cinco décadas atrás.
Porque lo que era común en 1965, por ejemplo, es
una excepción en el 2005. ¡Participar!

Cada ser humano es responsable, debe responder
no sólo por su propia vida, sino también por la de
sus hermanos. Por toda la humanidad.
El joven que hoy es responsable es un "superjoven".
¡Un joven de verdad!.
¡Gracias, juventud, divino tesoro!.

sábado, noviembre 12, 2005

Mejorar la educación

Siete tramos y no seis

Actualmente la educación chilena se extiende en
seis tramos, desde parvularia al doctorado.

Pido disculpas si considero a los últimos dos
tramos, magister y doctorado, con dos años
cada uno, pudiendo ser más extensos.

Hoy, los 23 años se reparten así:

Parvularia: 2 años (dividido en dos ciclos)
Básica: 8 años (dividido en dos ciclos)
Media: 4 años (dividido en dos ciclos)
Universitaria: 5 años (10 semestres)
Magister: 2 años (4 semestres)
Doctorado: 2 años (4 semestres)

Así, desde los 4 años a los 26 años, idealmente.

Propongo agregar un séptimo tramo, quedando
de esta manera:

Parvularia: 2 años (dividido en dos ciclos)
Básica: 6 años (dividido en dos ciclos)
Media: 4 años (dividido en dos ciclos)

NUEVO TRAMO (DIVIDIDO EN DOS CICLOS)
Primer Nivel: 2 años (4 semestres)
Segundo Nivel: 2 años (4 semestres)


El nombre de estos nuevos cuatros años
no sería un problema, puede
nominarse como quieran los interesados.
¿Qué nombres reciben en los países
en que ya se aplica?

Universitaria: 3 años (6 semestres)
Magister: 2 años (4 semestres)
Doctorado: 2 años (4 semestres)

Los que saben de educación podrán valorar los
enormes y beneficiosos cambios que significarían:

1. abreviar la básica a 6 años.
2. egresar de Media a los 15 años
3. tener un Primer Nivel Superior de preparación
general de estudios o de un Titulo Técnico
4. tener un Segundo Nivel de especialización
técnica o un verdadero Preuniversitario
5. Carreras Universitarias de tres años con
alumnos que ingresan a los 20 años
muy bien preparados.

Como se puede observar, se respetan los
23 años de duración general.

Lo que falta en la Educación chilena no es más
dinero o más supervisiones a los docentes,
lo que falta es coraje, audacia para poner
al sistema educacional acorde con el siglo XXI.

Suprimir todas las caducas instituciones que
provienen del siglo XIX y asumir los nuevos
tiempos.

¡Basta de vendajes en la momia educacional,
basta de sarcófagos y pirámides invertidas
que se apoyan en un punto falso!

¡Basta de sacrificar a los jóvenes por la
cobardía de no atreverse a los cambios!


viernes, noviembre 11, 2005

Confianza y desconfianza

Escuchando hace pocos días un programa radial
en mi emisora favorita, un gentil animador, entre
canción y canción, presentó, con una invitada
especial, sin duda psicóloga o algo semejante, un
tema para comentar: "la confianza".

Mi interés en el tema es muy alto, por lo cual escuché
con atención. El animador repitió varias veces: "La
confianza se gana". Todos estuvieron de acuerdo, incluso
a mí me convenció. Pero... de pronto, me dí cuenta que
en realidad no estaba de acuerdo.

Creo que lo que se "gana" no es la confianza sino su
opuesto, la desconfianza. Trataré de explicar mi aserto.

Cuando conocemos a una persona debemos presumir
algunas cosas, por ejemplo, lo que incluso está en la
ley, que es inocente. "Se presume inocente, hasta que
se pruebe su culpabilidad".

¿Y en relación a la confianza?. Pues lo mismo.
Tendré confianza en la persona que acabo de conocer,
hasta que "se gane" mi desconfianza. Ojalá que no sea así.

Cualquiera me dirá, "no hay que confiar en los desconocidos".
¡Por favor!. Esos es para los niños. Cualquier persona con
sentido común, sabe apreciar, a primera vista o a primer
oído, con quien acaba de conocerse. Incluso aunque sea
en el transcurso de un viaje, en un país extranjero.

Ser confiado no significa ser imprudente.

La persona que desconfía de todos, como principio,
vivirá en un mundo de desconfianza, donde todos
son culpables. Tendrían que demostrar su inocencia.

Y hasta el más ignaro sabe que la inocencia no se puede
probar. El "onus probandi", la carga de la prueba, le
corresponde al que acusa, no al acusado.

En cambio, el confiado, pero no imprudente, confía
en todos, porque "dotados de razón y conciencia,
como lo estamos, debemos comportarnos fraternalmente
los unos con los otros". (Art. 1 de los DDHH de la ONU).

Creo que no hay mejor regalo, de un ser humano a otro,
que el de su confianza. Cuando confiamos en un semejante,
lo que hacemos, en verdad, es abrir una relación de amor.

Porque al confiar, también y naturalmente, lo acreditamos
como un ser diferente a nosotros, valoramos su diversidad
y lo apoyaremos en una relación de ayuda, para favorecer
sus proyectos de vida.

Nuestra sociedad actual, parece enferma de desconfianza.
¿Alguien podría negarlo?. Debemos contribuir, aunque sea
modestamente, en hacer crecer el reino de la confianza.

lunes, noviembre 07, 2005

Amistades y afinidades

Hace pocos días asistí, una vez más, a un almuerzo
de camaradería con mis compañeros de Liceo.
Han pasado muchos años y campean por sus fueros,
las canas, las calvicies y los kilos de más.
Eso, en los varones del grupo, en las damas, el
paso el tiempo es más sutil, quizás sólo se advierte
en sus miradas, cargadas de nostalgias.

Brindis por los que se acoplan al grupo por primera
vez, por los que se fueron para siempre, por la
dueña de casa, por el parrillero, por el ilustre
enfermo que se recupera casi como milagro de
nuestro santo nunca Hurtado, sino merecido.

Alegría sincera de abrazar a los compañeros de
la adolescencia, emoción de ver a los antiguos
profesores que nos hacen sentir jóvenes,
en fin, una cofradía de hombres y mujeres unidos
por una amistad cuyas raíces se pierden en el tiempo
y cuya fuerza se renueva con el recuerdo lejano
de esos rostros juveniles llenos de esperanza.

La ley de la vida nos disgregó, de acuerdo con
el nuevo paradigma estadounidense, en grupos
disímiles en relación al dinero obtenido en el tiempo.
Eufemísticamente se hablará de éxito, pero ese
término se mide sólo en dólares o euros.
Los hay en el grupo A, los hay en el B y también
en el C. Incluso estará también aquel cuyo haber
es sólo un gran y mayúsculo Debe en color rojo.

Pero en la cálida reunión, todos volvemos a ser
esas almas puras, que alguno de nuestros profesores,
cargado con los más altos meritos educacionales
que nuestro país puede ofrecer a un educador,
definió como "esos jóvenes que nunca nos aceptaron
algo que no pudiéramos probar, provocando en sus
propios maestros el estímulo más preciado".

Algunos, aún vivos, no los hemos visto desde 1961.
Esa fecha es una clave que revela nuestros años,
pero en nuestras reuniones volvemos a ser como
dice algun tango, "aquellos muchachos de entonces".
¡Qué gusto nos daría volverlos a ver!. Vengan,
los estaremos esperando siempre. A mí me encontró
una hermosa compañera y un gentilhombre todo
cariño, hizo el contacto telefónico. ¡Bravo!.

Con las voces de los cantos de nuestra tierra
completamos una jornada de amistad, que renovaremos
con buena voluntad, cada año. Que así sea.

Estas amistades se forjaron cuando aún éramos
aprendices de hombres y mujeres. Son raíces firmes.

Ya maduros, el inicio de una nueva amistad, a veces
muy necesaria, se torna muy difícil
Son tiempos de inseguridad y desconfianza.
La idiosincracia de los chilenos y especialmente de
los santiaguinos, ha cambiado.
La solidaridad ha desaparecido, reina la más
salvaje de las competencias.
Las familias se disgregan a causa de los distintos
niveles de vida que implican el éxito o el fracaso
de índole estrictamente económica.

El Dios Dinero, el "dinar" árabe, ha establecido
su monarquía absoluta. El consumismo es su engendro.
La envidia y el desprecio social sus excrecencias.

Se dice que hay otro paradigma, el francés, que
se basa en los méritos personales, sin importar
el nivel de consumo. Pero parece que sólo se
practica en aquellos países europeos del primer mundo.

En fin, quizás la amistad ha muerto en este nuevo
monstruo urbano que es Santiago.
Quizás haya que ir a buscarla en ese hermoso y obsoleto
puerto de Montevideo, a lo largo de la rambla,
en Pocitos, en Malvin o en la Ciudad Vieja, con
los hermanos uruguayos. Con Galeano o Benedetti.

Pero aún nos quedan las afinidades, ese objeto
psiquiátrico tan extraño, que nos hace repudiar
en uno, lo que premiamos en otro. Es decir,
este nos cae bien y todo se lo celebramos,
incluso sus defectos y este otro nos cae mal,
y le rechazamos cruelmente hasta sus méritos.

Amistades y afinidades, son muy diferentes,
pero las une ser, en este siglo XXI, especies
en peligro de extinción. Presentemos un reclamo
ante las estrellas, vayamos a los Polos, junto
a los albatros errantes, y reclamemos ante
la Confederación Galáctica, por favor...
que vuelva la amistad a nuestras vidas!.

martes, octubre 25, 2005

Ensayo y poesía

Hace poco inicié este blog, casi por casualidad.
Un poco de curiosidad, un poco de querer
comunicarme con amigos de todo el mundo.

La sorpresa de tenerlo, a pesar de que mis
conocimientos de computación son mínimos,
me llevó a escribir en mi primer artículo,
una simple explicación del título del
blog "La alfombra mágica" y también el
de mi primer artículo: "Sol de invierno",
en alemán Wintersonne.

Desde entonces, apenas tres meses, todos los
escritos han sido espontáneos, a "vuelapluma",
sin revisión, directamente a la pantalla.

Así, he escrito lo primero que se me ocurría en
el momento, sin meditarlo mucho. Pero, al recorrer
otros "blogs" me encontré con verdaderas joyas
en photologs, con imágenes bellísimas y páginas
divertidas o interesantes opiniones.

¡Estoy en la blogósfera y es sensacional!
La tecnología se humaniza y posibilita el
contacto con otros seres humanos en
todos los países del mundo.

Soy humanista e internacionalista,
para mi no hay fronteras, todos
son mis hermanos, excepto los
fanáticos e intolerantes.

Soy partidario de los Derechos Humanos
y tuve el privilegio de estar en una sesión
internacional sobre los Derechos Humanos
en Bossey, cerca de Genéve, en Suiza.
Participaban 92 profesores de 56 países.

La experiencia de sentirme unido a
todos ellos, más allá de cualquier
diferencia fue emocionante.

Fuimos ejemplo de fraternidad, tal como
lo exige el artículo 1 de la Declaración
de las Naciones Unidas de 1948.
Recuerdo que uno de los delegados,
un joven profesor de Argelia, fue
condenado a muerte por fundamentalistas
de su país, tan solo por asistir a
esa conferencia. Felizmente, logró
huir a tiempo a Italia.

Así, he escrito simples ensayos.
Pero tambien he encontrado entre
tantos y tantos blogs, a la poesía.
Me encanta la poesía sencillla,
con palabras comunes, que vaya
directa al corazón.

Como la de Cecilia Macedo, de Portugal.
Aunque aún no hablo portugués,
no tuve inconveniente para apreciar
el encanto de su sencillez.

Esto me ha hecho reflexionar que,
si me atrevo, podría en algún
próximo futuro, transcribir alguno
de mis pocos poemas inéditos.

Ellos fueron inspirados, casi todos,
menos uno, a un amigo de España,
por el amor hacia la mujer.

¡Qué otra cosa mejor puede hacer
un hombre que amar a una mujer!.
Sin duda que mi compatriota,
Pablo Neruda, me mostró el camino,
en sus "Versos del Capitán".

Aunque los amores terminan,
"La alfombra mágica", en cierto
modo permanecen para siempre,
como en "Los puentes de Madison".

Mis amores no duraron cuatro días,
sino años, y aunque tuvieron fin,
como la vida, son eternos en la
memoria, en el recuerdo.

Algún día me atreveré a lanzar
esos versos, tan simples al
espacio de la blogósfera.

Porque, como dice el refrán,
"de poetas y locos", todos
tenemos un poco.

lunes, octubre 24, 2005

Relaciones humanas

Relaciones de ayuda

Cuando se habla de relaciones humanas, me parece
que debe enfatizarse en el vocablo "humanas".
Son relaciones entre humanos. No entre dioses.
Me explico. Actualmente, muchas personas
que creen estar "en onda", exigen de los demás
una perfección que ellos mismos están muy lejos
de poseer. No aceptan defectos en los demás.
Pero se perdonan y hasta justifican los propios.

La condición humana es ser imperfecto.
El que seamos, a la vez, perfectibles
no incluye la posibilidad de ser perfectos.
Sólo quiere decir que siempre podemos mejorar
y ese "siempre" implica que nunca llegaremos
a la perfección. ¿Qué conclusión podemos
sacar de esto?. Más que tolerancia, respeto.
Más que respeto, relación de ayuda.

Todos tenemos defectos. Algunos de ellos
los podemos superar, con menor o mayor
esfuerzo. Pero hay defectos insuperables.
Moriremos con ellos. Somos humanos.

Un serio "defecto" es el vicio de fumar.
Perjudica la salud y molesta a muchos.
Algunos mueren como consecuencia del
tabaquismo. Defecto mortal!.
¿Se puede dejar de fumar?. Por supuesto
que sí. Pero algunos no pueden.

Entonces... si a alguien le molesta un defecto
de otro, lo primero que debe hacer es saber
si el defecto que le molesta en determinada
persona, es posible, para esa misma persona,
superarlo o no. Si no le es posible superarlo...
es bueno que insista en ello?. La respuesta
debe ser categórica: NO.

O acepta a la persona con su defecto, sin
molestarlo por ello y adaptándose a la
sitiación o bien, no lo acepta, entonces
debe apartarse y no seguir molestando a
la persona que no puede superar el defecto.

En el lenguaje, los hay parcos, lacónicos.
Otros, por el contrario son verbosos,
charlatanes, habladores empedernidos.
Unos pocos seres humanos privilegiados
hablarán sólo lo justo y necesario.

Hablar poco o mucho entonces, lo
podemos considerar como defecto.
¿Tenemos que torturar a las personas,
exigiendo del conversador, que se calle
o que el silencioso hable más?.
Estoy convencido que no tenemos
ningún derecho a exigir esto.

¿No nos gusta que hable mucho?
¿Nos disgusta su mutismo?
Pues, entonces sólo tenemos dos
opciones sensatas. Los aceptamos
y convivimos con ellos en paz y
armonía, o bien los rechazamos.

Si los rechazamos, es necesario poner
distancia, separarnos y no molestarlos
por el defecto que puedan tener.
No se puede obligar a nadie a hablar
y mucho menos podemos hacer
callar a un ser humano.

Se puede exigir la honestidad, se debe
condenar el homicidio. De acuerdo.
Pero no tenemos derecho a exigir
perfección a los demás.

Debemos ser tolerantes, mejor que
eso, respetar. Y si podemos,
mantener siempre una relación de
ayuda hacia nuestros semejantes,
para permitirles el desarrollo de
todas su potencialidades como persona.

Vivir en una sociedad democrática y
practicando la paz activa.

viernes, octubre 14, 2005

¡Prefiero ser sol de invierno!

Hay un dicho que en Chile parece ser popular.
Lo popular es lo muy conocido. Propio del vulgo.
Popular, vulgar. Como casi todo lo vulgar, falso.

El mito es el siguiente:
"El sol de invierno no calienta a nadie".

Curiosamente con esta frase al parecer lo
que se quiere decir, al referirse a una persona,
es que por viejo, ya no tiene atractivo.

Es una muestra más del desprecio que se siente
en Chile, por los adultos mayores, a quienes
con frecuencia se les llama "viejos de mierda".

A las personas mayores de sesenta años,
no sólo ser las considera inútiles y tontos,
sino que se les niega toda posibilidad de
conservar su vida amorosa.

En el caso de los hombres, se les acusa,
de ser impotentes, son "sol de invierno".
No calientan a nadie.

En primer lugar... ¿Desde cuando, en la
hoguera del amor, es el hombre el que
debe arrojar la leña?.

Aunque yo no soy uno de esos viejos inútiles
y decrépitos, basura humana, inservibles,
tengo edad suficiente para saber que,
reemplazando el vulgar y grosero verbo
"calentar" por el verbo algo más aceptable
que es "excitar", (los hay otros mejores),
esa deliciosa tarea ha estado, desde los
tiempos de Adán en el Paraíso a cargo
del "bello sexo", las mujeres.

Son ellas, las que nos excitan.
Pero, por favor, No nos "calientan"!.
Dejemos ese verbo para los perros,
con el perdón de esos nobles animales.

Recuerdo que una vez, estando en
compañía de una hermosa mujer,
más joven que yo, me preguntó:
"¿Te estás calentando?"
Lo vulgar y grosero de la pregunta
me congeló la sangre, y como un
caballero que soy, acompañé a la
damita a su casa, para no volverla
a ver nunca más.

Aunque una vez iniciadas las relaciones
amorosas, nunca me he negado a nada,
ni siquiera a usar un lenguaje soez, si
"mi dama" lo requiere, me parece
inadecuado usarlas al comenzar la relación.

En fin, en gusto no hay nada escrito.
"Cada oveja con su pareja".

Volviendo al punto, al tema en cuestión.

No me parece que el hombre deba ser
el atractivo. La belleza es de la mujer.
Ella nos encenderá la sangre con su atractivo.
Luego, por supuesto, nosotros le demostraremos
su obra, con nuestras caricias y deseo.

Si el "sol de invierno" son los viejos y
el "sol de verano" los jóvenes y
recordando que los hombres somos
excitados por las mujeres y no viceversa,
afirmo que "los soles de verano" queman,
dañan, abusan, desprecian y abandonan.
Más aún, insultan, golpean y son incapaces
de mostrar delicadeza, paciencia y ternura.

LOs "soles de invierno", hombres maduros,
en cambio, no excitan, por supuesto,
"guatones y pelados", no son Adonis,
pero aprecian mucho más la verdadera
belleza de la mujer y responden a su
calor, con la tibieza del "sol de invierno",
con ternura, con delicadeza, con paciencia,
logrando que ellas lleguen al éxtasis del placer.

Los chinos son gente muy sabia, dicen
en el Tao del Amor y del Sexo, que la
pareja ideal, físicamente, es una mujer de
25 años con un hombre de 50.
¿Por qué será?.

Los árabes, otro pueblo sabio, aseguran
que las mejores parejas en el amor, son
aquellas constituídas por una mujer que
tenga la mitad de la edad del hombre
más siete años.
Así, a una mujer de 32 años, le correspondería
un hombre de 50. Garantía de felicidad mutua.

Dicen que el amor no tiene edad,
pero yo afirmo que el amor es como
el vino, mientras más "maduro, mejor.

El "sol de invierno" es cálido, agradable,
el "sol de verano", ardiente, quema, daña.

En verano, mejor nos ponemos a la sombra.

Como dijo alguien, si la juventud es una enfermedad,
se cura rápido, con los años.

Un pueblo que no respeta a sus viejos,
es un pueblo que no merece respeto.

miércoles, octubre 12, 2005

La pareja ideal

Como hombre que soy, (¡vaya afirmación audaz en
estos tiempos), no puedo desconocer que basta
un simple paseo por la ciudad para observar el paso
orgulloso de mujeres admirables.

De todas las edades y de todas las capas sociales,
reunen al máximo las cualidades que las hacen
merecedoras de estar, hablando con la jerga
tenística, entre las "top ten" femeninas.

Inteligentes, cultas, de excelente carácter,
elegantes, distinguidas, trabajadoras, alegres,
solidarias, leales, audaces, respetuosas,
estudiosas, con sentido del humor, etc.

¿Se me olvidó algo?. ¡Claro!. Como dice la
canción..."insoportablemente bellas".
Bellísimas, frescas, "sexys", con siluetas
arrebatadoras, labios tentadores, cinturas
de ensueño, caderas ardientes, miradas
de fuego... y podría agregar toda la
"cursilería" existente en tantos poemas
arrojados al cesto de papeles.

Recuperando la seriedad, es verdad, hay
mujeres que a cualquier hombre lo dejan
estupefacto, ( o simplemente estúpido),
al instante. Verdaderas reinas sin corona,
que andan por doquier. Si se camina por
el centro, se ve una cada cinco minutos.
El "downtown" para los turistas. Pero si
recorremos las avenidas de las comunas
"high", aumenta la estadística a una por
minuto. (Esto es a consecuencia del
vergonzoso colonialismo a que nos tiene
sometido aún "la carga del hombre blanco",
con sus cánones nórdicos de belleza, que
hacen la felicidad de los productores de
tinturas para el cabello!).

Perdón, me cuesta mantener la seriedad.

En suma, estas mujeres pueden ser
catalogadas como "supermujeres".

Aunque es vasta la literatura proclive a
enaltecer la soltería, a establecer que el
hombre y la mujer lo pasan muy bien sin
compromiso sentimental alguno, como
siempre, por estos lares, son mayoría
los que queremos provocarnos problemas
y buscamos con afán, nuestra pareja
que nos complemente.

¿Cuál será entonces la pareja ideal para
estas "supermujeres"?.

Pues muy sencillo, "superhombres".

Del planeta Tierra, por supuesto, no de
Krypton, porque la kriptonita, que los
deja por el suelo, la venden a peso en
todos los kioskos ultimamente.

¿Y cómo son estos "superhombres"?

Esto es aún más fácil. No son.
Es decir, NO EXISTEN.

¿Cuál es el resultado entonces?
Que todas esas "supermujeres",
o se quedan solas o se ven obligadas
a emparejarse con una especie
"mix" entre trogloditas y estúpidos.

Lo troglodita les otorga músculos,
y lo estúpido es producto de haber
observado la espectacular belleza
de su futura pareja.

¿Consecuencias...? Lágrimas mil y
separaciones sin fin.

Para mayor desgracia, estos congéneres
de mi propio sexo, no son capaces
de sentir amor por la maravillosa
supermujer, que sí está dispuesta a amarlo
y concederle la entrada al paraíso de la
felicidad concediéndole el uso exclusivo
de su cuerpo, por lo tanto, un tiempo
después podemos ser testigos de una
separación, en que el "papanatas" de
turno, recibe una esquela, mas o menos
así:

"Mini-hombre, te dejo: me alejo de tí,
porque me he dado cuenta que tú no me
quieres, como yo lo merezco.
Tú no confias en mí. Eso es desamor.
Aún cuando sigo amándote, no puedo
mantener una relación unilateral.
Una relación así no tiene más destino
que el recuerdo". Adiós."


Por supuesto que el "estúpido" no
entenderá nada, especialmente cuando
confiese al amigo, con gran orgullo que:
"pero si le hacía el amor todos los días...
y también todas las noches!".

Por supuesto, porque amor, para el
apuesto "troglo", es sinónimo de sexo.

Como ya se me está acabando la tinta,
debería llegar a ciertas conclusiones.

¿Cuál es nuestra pareja ideal?

Por cierto, estoy completamente en contra
de las parejas del mismo sexo.
Las respeto y las acepto como ciudadano,
pero creo que tienen un problema
insoluble, y no se trata de que no puedan
engendrar hijos. No. El problema es peor.

No podrán alcanzar el nivel de felicidad
que está reservado sólo para Adán y Eva.

Evidentemente tenemos un problema.

Ante un problema, debemos aceptar
varias soluciones, so pena que nos
tilden de fanáticos intolerantes.

Ofreceré algunas:

1. Afirmo que el problema no existe.
Es la solución más popular...
2. No me importa el problema...
Cínica, pero efectiva.
3. Dejo de lado a las supermujeres y como mini-hombre me conformo con una mini-mujer.
Estos no se han enterado que el problema existe.
4. Niego la existencia de supermujeres.
Esta solución es frecuente en la Biblioteca de Ciegos.
5. Le solicito a usted, amable lector o lectora, que me envíe una eventual solución.
Esta es la postura del flojo... Pero que se le va a hacer, soy un mini-hombre.

Perdone lo poco. Prometo continuar el tema... algún día.

martes, octubre 11, 2005

Comunicaciones

La puerta falsa

He visitado algunos blogs. Sin duda, hay algunos
que son un verdadero éxito. Figuran en las revistas
especializadas, como "Punto Net", por ejemplo,
y reciben muchísimos mensajes.

No sé si los envidio. Creo que no. ¿Por qué?
Una primera razón es una sospecha.
¿Para quién escriben?. ¿Para sí mismos o
para sus posibles lectores?. En segundo
lugar: ¿Figuran con sus verdaderos datos
o son datos falsos?. Si figuran con sus
verdaderos datos están expuestos a el examen
de todos sus conocidos. Es algo así como
caminar desnudo por el centro de la ciudad,
o peor, por su propio barrio donde vive.

¿Alguién se atrevería a desnudar su alma,
a exponer sus más íntimos pensamientos con
su propio nombre en su "Perfil"?.

¡Claro que no!. Quien tenga su propio nombre,
se atendrá permanentemente a escribir tal y
como lo hacen los ensayistas o columnistas
de cualquier revista. De una forma "decente".
Podrá ser más o menos audaz en sus argumentos,
pero se autolimitará a expresiones socialmente
correctas y aceptadas. No querrá pasar ningún
bochorno.

Por lo tanto, no me cuesta nada deducir, que
todo "blog audaz y verdadero", carece de datos
personales. Es un blog anónimo, donde el que
escribe se puede permitir cualquier audacia.

Por ejemplo, un viejecito calvo y barrigón,
será en su blog, una bella joven mujer, deseosa
de sexo, que cuenta sus aventuras "urbi et orbi",
con perdón del Vaticano.

Se dice que más del 65% de Internet está ocupado
por sitios pornográficos. ¿Serán los "blogs" invadidos
también por el dios Eros, con toda su potencia?.

Quizás se salve y tengamos una blogósfera con
una gran mayoría dedicada a intercambiar ideas
para una sociedad mejor, más justa, propiciando
una "paz activa", que permita a todos desarrollar
sus potencialidades humanas.

Un intercambio de ideas sobre la cultura en todas
sus manifestaciones, todas las artes, todas las
ciencias, todas las inquietudes para hacer "que
otro mundo sea posible", un mundo mejor.

Un mundo donde cada uno cruce los umbrales
a través de una puerta verdadera y no por
una puerta falsa.

viernes, septiembre 30, 2005

Der Untergang

Estuve en estreno de "La caída", el film
de Hirschbiegel, (Der Untergang), con la
gran actuación de Bruno Ganz.

Me produjo un profunda impresión, más
allá de su innegable calidad cinematográfica,
saber que todo fue real, que los hechos
que se presencian, recreados por el
séptimo arte, contituyen un episodio
de nuestro reciente pasado, produce
una sensación abrumadora.

Considero que, en algunos de ellos, el
deseo de crear una nueva sociedad,
más justa, mejor en todo sentido, fue
sincero y hasta con las mejores inten-
ciones. Pero lo que se logró fue la creación
de un monstruo autoritario, capaz de
devorar a millones de seres humanos,
la mayoría de ellos, inocentes.

Ese monstruo, el Tercer Reich, fue
devorado por otros monstruos, quizás
peores, el estalinismo y el capitalismo.

Así fue en 1945. En 1991, el capitalismo
terminó de devorar a los soviéticos,
los mismos que vencieron a los nazis.

Ahora estamos en las entrañas del
monstruo, que se hace llamar, quizás
con elegancia, neoliberalismo, con el
agregado que lo potencia a límites
casi ilimitados, globalizador.

Hoy no son los Estados Unidos el
monstruoso enemigo del Hombre,
sino aquellos que utilizan a los
Estados Unidos y su fuerza para
esclavizar a todos los seres
humanos bajo las cadenas de
la economía de mercado.

Hitler fue un dictador despreciable,
no existe duda alguna sobre ello,
pero la idea de crear una nueva
sociedad mas justa aún es un sueño.

Ojalá fuera cierto aquello de...
"Aún creemos en los sueños" y
más aún la idea de que
"OTRO MUNDO ES POSIBLE".

miércoles, septiembre 21, 2005

Identidad chilena

¿Quiénes somos, los chilenos?

El sociólogo Jorge Larraín ha publicado,
hace algunos años, despuntando el siglo
XXI, titulado "Identidad chilena".

En él deja bien en claro, que todo lo que
se afirme sobre los chilenos, no corresponde
a ningún chileno en particular, ya que
cualquiera de nosotros, podríamos tener
características muy distintas, quizás las
mismas que correspondan a otras
nacionalidades.

Un aspecto muy importante de la
identidad, se relaciona con la presencia
de los "demás" en nuestra vida.
Parte fundamental de nuestra visión,
de nuestra definición de nosotros
mismos, corresponde a lo que creemos
que piensan los demás de nosotros.

Y en este proceso, juega un papel
principal, nuestra propia historia, si nos
han agredido, si han respetado nuestros
derechos, si valoran nuestros aportes.

Si, por desgracia, no hemos recibido
el amor y cuidado que toda persona se
merece, nuestra propia autoimagen se
verá deteriorada. Se reducirá nuestra
autoconfianza, nuestro autorespeto y
también nuestra autoestima.

Lo peor de todo, es que, frustrados,
trataremos mal a los demás, como
un signo de protesta, no los respetaremos.

Pero siempre podremos recuperarnos.
Darnos ánimo a nosotros mismos y ser
nosotros los que comencemos a dar
cariño, aprecio y respeto a los demás.

Hagámoslo como un regalo o un
homenaje a nosotros mismos.

En cuanto a nosotros, los chilenos,
sabemos que somos valiosos,
tenemos presentes nuestras virtudes.

Pero es sorprendente, verificar, al
comenzar este gran nuevo siglo,
el increíble siglo XXI, que nuestros
peores defectos son, en primer
lugar, el clientelismo,
que también podemos llamar
"compadrazgo" y que
significa que en Chile, aquí y
ahora, nada puedes conseguir,
aún teniendo todos los méritos, si no
perteneces a una "cuerda", una
estrecha comunidad de amigos y
parientes, que te apoyarán en lo
que emprendas, con el compromiso
de apoyarlos a tu vez cuando sea
necesario.

Y, cuidado, estos grupos son
cerrados, se reproducen en su
interior, evitando que otros
ingresen a su privilegiado
círculo.

El segundo defecto es la
hipocresía,
nadie dice lo que verdaderamente
piensa de otro, le sonreíra
siempre, aunque le caiga mal.

Pero estos defectos no son una
novedad. Cuando en el recordado
y excelente diario "La época",
entrevistaron a la actriz Marcela
Osorio, en su aún mejor
suplemento dominical, y le
preguntaron precisamente
por nuestros peores defectos
que nos identifican, la bella e
inteligente protagonista de
"Ardiente paciencia", después
de una estadía de diez años
en Italia, no dudó un instante
en contestar directamente:
"la hipocresía".

Personalmente, considero un
tercer defecto como muy
negativo, me refiero al
nacionalismo.
En vez de estar despreciando
a nuestros vecinos, a los
pueblos hermanos de
Argentina, Bolivia y Perú,
deberíamos integrarnos con
ellos, para lograr el progreso
de nuestra región, para
elevar el nivel de vida de todos.

¡Regalémosle un puerto soberano
en el Pacífico al hermano pueblo
boliviano, de una vez por todas!

Si así lo hiciéramos, no sólo
seríamos un ejemplo de paz
y civilidad para todo el mundo,
sino que a la vez, crearíamos
un gran polo de desarrollo
económico en el norte de Chile,
que nos beneficiaría de tal
manera, que compensaría
con creces, la disminución
en un pocos kilómetros cuadrados
de nuestro territorio, ( propongo
que sean 96 km2).

Este enclave, situado en la costa
de Antofagasta, entre Mejillones
y Tocopilla, no toca el antiguo
territorio del Perú, que no podría
oponerse, como en 1977.

Además, no cortaría el territorio
ya que sólo correspondería a
un pequeño punto en la costa,
donde hoy existe solamente
roquerios, arena y algunos
pájaros, nada más. Pero,
para Bolivia, sería el fin de
su mediterraneidad. Su
bandera flamearía con
las brisas del oceáno
Pacífico, justificando
su nombre.

Nótese que no propongo devolver
nada, sino "regalar". Del pueblo
chileno al pueblo boliviano.
Y hasta me gustaría un nombre
para ese puerto, donde podría
venir a bañarse el presidente
Chávez, debería llamarse,
con toda justicia, Puerto
Bolívar.

Como profesor de Historia de
Chile, discípulo del recordado
Jaime Eyzaguirre, que me obsequió
uno de sus trabajos sobre
nuestras fronteras, sería feliz
el día en que hiciéramos ese
regalo al hermano pueblo
boliviano.

Después de eso, es muy
probable que por mucho tiempo,
no tendríamos ningún problema
con la energía necesaria para
nuestras industrias.

Como dice Liberty Valance,
"perdone lo poco".

miércoles, septiembre 07, 2005

Días difíciles

Cada día trae consigo múltiples posibilidades. Por una parte, están
los aspectos imponderables, que pueden resumirse como la circunstancia,
recordando a Ortega. Por otra, estamos nosotros, que podemos darle
a cada día un colorido distinto, si así lo decidimos.

¿Cuál es el origen de un día luminoso, aunque llueva en invierno?.
(No me referiré al triste episodio de oscurecer un hermoso día primaveral).
¿Qué pensamientos resultan triunfadores entre la pena y la alegría?
Los franceses tienen una expresión que podría explicarlo: "la joie de vivre".

Sí. La alegría de vivir, la sensación muy clara del privilegio de estar vivo.
Agreguemos a ello una pequeña dosis de salud, física y mental... y ya está.
Ante nosotros, ante nuestra mirada se abre el mundo, la belleza, el cosmos.

Las más pequeñas cosas pueden admirarnos, una fuente de agua, una nube,
un gran árbol, un perrito que mueve alegremente su cola, una mirada fugaz,
nuestras manos que envejecen, las imágenes de un nuevo libro de arte.

Los problemas del día serán desafíos a nuestra creatividad para resolverlos.
La comida nos sorprenderá gratamente con los sabores preferidos.
Y sentiremos que hemos hecho del día una fuente de luz para todos.

martes, agosto 23, 2005

Nuestro viaje

¿Qué encontramos al viajar?

Aunque ante el empedernido viajero,
aparentemente solitario,
vayan sucediéndose los paisajes,
no son los fenómenos geográficos
exclusivamente, lo que encuentra.

Bien puede fascinarle un gran edificio,
un monumento antiguo, un castillo,
o gentes de la más diversas razas.
Más allá, sin embargo, el viajero,
siente que se enfrenta a sí mismo.

Está solo en un mundo desconocido.
Deberá valerse por sí mismo,
hablar un idioma diferente,
comprender gestos distintos,
disfrutar de frutos exóticos.

Ese es nuestro viaje, un adentrarse
en nosotros mismos. El viajero sale
al mundo, para encontrarse a sí mismo,
y al hacerlo, encuentra a los demás,
los siente hermanos, amigos todos.

Y la alegría lo inunda. Porque ahora,
al viajar, se siente libre y auténtico.

La alfombra m�gica

La jungla de cemento

Cuando vivimos en una gran ciudad
y Santiago de Chile ya lo es, sin duda,
estamos sumergidos entre millones de
seres humanos que, al igual que nosotros,
sienten, piensan, sufren, aman, viven.

Pero la relación posible es muy distinta
a la que se puede tener en una pequeña
localidad. En la gigantesca urbe nos
acostumbramos a la insensibilidad.

La ciudad nos provee una especie de
coraza que evita que se demuestren
nuestros verdaderos sentimientos.

Por supuesto, podemos ser corteses y
hasta muy amables con todos, es decir,
somos perfectos seres "urbanos",
pero no reaccionamos ante los numerosos
eventos lamentables que se suceden
ante nuestra vista. Seguimos nuestro
camino, indiferentes o incluso molestos.

Lamentablemente, también pasan frente
a nosotros, rostros que nos conmueven
o nos fascinan, ya sea por adivinar un
alma gemela o quizás, alguien a quien
podríamos llegar a amar.

Pero continuamos nuestro camino,
uno más entre millones, uno más,
quizás más tristes que ayer.

miércoles, agosto 17, 2005

La alfombra m�gica

RESPETO Y ALEGRÍA

¿Es posible encontrar alegría (felicidad) en zaherir, insultar,
denostar, violentar, dañar o descalificar a otro ser humano?

Ya no soy joven, pero tengo buena memoria y recuerdo que
cuando lo era, cuando viví esos maravillosos años entre los
catorce a los diecinueve años, en que cada año parece una
vida entera, mi felicidad, mi alegría, la experimentaba cuando
podía ayudar a un compañero, cuando demostraba respeto
por mis mayores, especialmente mis padres y mis maestros.

Evidentemente, el mundo ha cambiado en las últimas décadas.
Hoy, verdaderas jaurías de adolescentes, parecen alegrarse
enormemente, de acuerdo al nivel de sus risas, cuando dañan
a otra persona, tanto si es un igual, como si es una persona
mayor. Es decir, parecen gozar al faltarle el respeto a todos.

Creo que lo único que hacen es faltarse el respeto a sí mismos.

Una persona con uso de razón, y esto involucra a todos los
adolescentes, no puede experimentar alegría al observar el
sufrimiento de otra persona. Por el contrario, todo ser humano,
tal como lo expresa al artículo uno de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, dotado como
está, de razón y de conciencia, debe comportarse fraternalmente
con sus semejantes.

Todos somos hermanos, seres de la misma especie.
Seres únicos e irrepetibles, dotados de la enorme dignidad y
valor de lo insustituíble. ¿Quién querría, ante la pérdida de
un ser querido, que le ofrezcan reemplazarlo por otro?.

Después de muchos años, esta transformación de algunos
jóvenes actuales, en torturadores de sus semejantes y de
sí mismos, me llena de tristeza y pena, por ellos, aunque
guardo la esperanza que puedan, algún día, transformarse
en hombres de bien.

domingo, agosto 14, 2005

El sentido de la vida

¿Es que la vida tiene sentido?.
El sin-sentido de la vida parece estar hoy de moda.
Muchos viven sin cuestionar su vivir.

Más aún... muchos viven para apurar su muerte.
Están los que dañan su cuerpo con drogas.
O aquellos que se sumergen en rutinas de por vida.
O los que no se atreven a preguntar.

Yo me pregunto y al hacerlo debo contestar.
Creo que desde allí ya estoy definiendo lo humano.
El que pregunta y el que responde.

Sí, la vida tiene sentido.

Es la muerte la que le da sentido a la vida.

Vivimos muriendo en el tiempo.
Un tiempo que es finito.

Dentro de ese tiempo, el tiempo de mi vida
debo informarme para tomar decisiones.
Soy humano solamente cuando decido.

Al decidir soy libre y mi primera decisión
es decirle sí a lavida. Quiero vivir.

Y he vivido. Y mi pasado es indestructible.
No tengo presente, sólo pasado y futuro.
Construyo mi pasado al decidir mi futuro.

Por ahora, diré como Goethe, que el
sentido de mi vida es hacer
"lo que el día reclama".

La alfombra m�gica

La alfombra mágica

martes, agosto 09, 2005

¿Qué es la "alfombra mágica"?

"La alfombra mágica" es el título de uno de los volúmenes que conforman la gran novela de Jules Romains, "Los hombres de buena voluntad".
Allí, el protagonista principal de la novela, un escritor, Pierre Jallez, explica que "la alfombra mágica" es la atracción que surge entre un hombre y una mujer, en forma repentina y que los une en una relación amorosa que generalmente es efímera, pero muy intensa.
En ciertos casos, puede ser duradera, como en el film "Los puentes de Madison".
Sus cenizas se juntan bajo el puente en una escena emocionante.
El verdadero amor es más fuerte que la muerte.

lunes, agosto 08, 2005

Sol de invierno

¿Cuándo son más cálidos los rayos del Sol?.

La mayoría responderá que el verano es la respuesta correcta.
Pensémoslo mejor.
Imaginémonos caminando en un parque en una tarde de invierno.
De pronto, entre las nubes, surgen los rayos solares iluminando el paisaje.
Nuestro ánimo cambia. Nos alegramos. El día es hermoso.
Ese rayo de sol de invierno ha iluminado nuestro rostro.

¿Cuándo necesitamos más caricias?.
En el invierno de nuestro ánimo.
Cuando por un momento nos sentimos solos en el mundo.
Pasa alguien y nos sonríe.
Compartimos la sonrisa.
Ahora sabemos dónde está el Sol.