viernes, enero 27, 2012

Hay un trabajo allá afuera

De un ambiente netamente productivo, a uno humano y eficiente. De una jornada interminable, a una con descansos apropiados. De una deficiente implementación, a una planificada especialmente para un trabajo cómodo. Más cercano al hogar, y con un aumento considerable en el pago mensual. Viéndolo así, parece el trabajo ideal de cualquiera, ¿cierto?

Es cierto que la gran mayoría tiene la necesidad de trabajar, porque hay que vivir, comer y pagar cuentas. Pero sí hay algo que podemos decidir; ¿porqué echarse a "vegetar" en un trabajo que, o no te agrada, o te pagan poco, o te tratan mal, o lo que sea? La mayoría se ha escuchado a sí mismo decir alguna vez: "peor es nada", "por lo menos esta platita es segura", "no hay trabajo afuera y mejor me quedo", "por el horario de mis hijos no puedo", "mejor diablo conocido que por conocer", etc.

Es necesario decir que, si uno tiene metas claras en la vida, lo más probable es que las consigas con un mejor sueldo, en vez de quedarte en ese trabajo sólo por las amistades que hiciste.

Los mejores trabajos están allá afuera. Hay que buscarlos inteligentemente (sin perder el ingreso actual) y, como en todo, el que persevera, triunfa.

Lo más importante es vencer esa inercia de quedarse en lo que uno conoce, y de valorarse lo suficiente a sí mismo, teniendo la seguridad de que uno puede estar en un lugar mejor.

No es fácil. Pero se puede.

Y de paso hacemos acciones concretas para que esos empresarios dejen de llenarse las manos de plata a costa de nuestro trabajo. Si nadie aceptara pagas bajas, ellos tendrían que subir los sueldos.

¡Suerte! Yo ya lo encontré.

No hay comentarios.: