martes, octubre 25, 2005

Ensayo y poesía

Hace poco inicié este blog, casi por casualidad.
Un poco de curiosidad, un poco de querer
comunicarme con amigos de todo el mundo.

La sorpresa de tenerlo, a pesar de que mis
conocimientos de computación son mínimos,
me llevó a escribir en mi primer artículo,
una simple explicación del título del
blog "La alfombra mágica" y también el
de mi primer artículo: "Sol de invierno",
en alemán Wintersonne.

Desde entonces, apenas tres meses, todos los
escritos han sido espontáneos, a "vuelapluma",
sin revisión, directamente a la pantalla.

Así, he escrito lo primero que se me ocurría en
el momento, sin meditarlo mucho. Pero, al recorrer
otros "blogs" me encontré con verdaderas joyas
en photologs, con imágenes bellísimas y páginas
divertidas o interesantes opiniones.

¡Estoy en la blogósfera y es sensacional!
La tecnología se humaniza y posibilita el
contacto con otros seres humanos en
todos los países del mundo.

Soy humanista e internacionalista,
para mi no hay fronteras, todos
son mis hermanos, excepto los
fanáticos e intolerantes.

Soy partidario de los Derechos Humanos
y tuve el privilegio de estar en una sesión
internacional sobre los Derechos Humanos
en Bossey, cerca de Genéve, en Suiza.
Participaban 92 profesores de 56 países.

La experiencia de sentirme unido a
todos ellos, más allá de cualquier
diferencia fue emocionante.

Fuimos ejemplo de fraternidad, tal como
lo exige el artículo 1 de la Declaración
de las Naciones Unidas de 1948.
Recuerdo que uno de los delegados,
un joven profesor de Argelia, fue
condenado a muerte por fundamentalistas
de su país, tan solo por asistir a
esa conferencia. Felizmente, logró
huir a tiempo a Italia.

Así, he escrito simples ensayos.
Pero tambien he encontrado entre
tantos y tantos blogs, a la poesía.
Me encanta la poesía sencillla,
con palabras comunes, que vaya
directa al corazón.

Como la de Cecilia Macedo, de Portugal.
Aunque aún no hablo portugués,
no tuve inconveniente para apreciar
el encanto de su sencillez.

Esto me ha hecho reflexionar que,
si me atrevo, podría en algún
próximo futuro, transcribir alguno
de mis pocos poemas inéditos.

Ellos fueron inspirados, casi todos,
menos uno, a un amigo de España,
por el amor hacia la mujer.

¡Qué otra cosa mejor puede hacer
un hombre que amar a una mujer!.
Sin duda que mi compatriota,
Pablo Neruda, me mostró el camino,
en sus "Versos del Capitán".

Aunque los amores terminan,
"La alfombra mágica", en cierto
modo permanecen para siempre,
como en "Los puentes de Madison".

Mis amores no duraron cuatro días,
sino años, y aunque tuvieron fin,
como la vida, son eternos en la
memoria, en el recuerdo.

Algún día me atreveré a lanzar
esos versos, tan simples al
espacio de la blogósfera.

Porque, como dice el refrán,
"de poetas y locos", todos
tenemos un poco.

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