lunes, noviembre 21, 2005

Facta... non verba

Es paradójico lo que escribiré, pero no puedo evitarlo.
Leyendo algunos blogs, he visto en algunos una enorme
producción de palabras y palabras, en frases a veces
hermosas, otras no tanto, pero siempre llenas de dolor,
casi deseperación, donde se menciona la soledad, el deseo
de amar y ser amado, en fin, de denuncia de todos los
males del mundo, en forma reiterada, casi todos los días.

¿Qué pretenden?. ¿Qué esperan, expresando tanto dolor?.
¿Desahogarse?. Por qué es incesante repetición de lo mismo,
una y otra vez. ¿Por qué no hacen algo para remediarlo?.

No se trata de que arreglen el mundo, sino que se arreglen
ellos mismos. Busquen a quien les dé cariño, si les hace
tanta falta. Los que escriben son muy jóvenes por lo que
les sobrarán hombros sobre los cuales derramar sus lágrimas.

El adagio latino dice bien: "facta, non verba".
Hechos y no palabras.
"Por sus frutos los conocereís".

Alguien podría decirme, pero también tú escribes.
Sí, pero yo no me estoy lamentando de mi situación.
Lo único que me gustaría es encontrar, algunos
comentarios, aunque sean críticas, respecto a las
ideas que expongo, comunicación, nada más.

Las escribo, para mí mismo, y para que, ya en el
"hiperespacio", quizás encuentre algún eco en un
ámbito mucho más grande que el entorno en que vivo.

Lo que más me llama la atención de esas páginas
plañideras, llenas de lamentos y visiones penosas,
es que, cuando por azar, alguien, con mucha más
experiencia de la vida, insinua aclarar algunas
ideas para fortalecer a esa alma adolorida, por
ningún motivo desean dejar de seguir en sus
lacrimosas y tristes publicaciones diarias.

¿Qué pensar entonces?. Es relativamente sencillo.
Equivale al llanto del pequeño niño, ese que
sigue al primer estallido, quizás con razón,
me refiero a ese otro, una especie de llanto
en sordina, que el chiquitín escucha salir de
sí mismo y que... le encanta!. Y sigue así,
llorando por un buen rato, ya sin causa alguna,
sólo solazándose de su propia pena.

A los dos años, se justifica, pero considero que
a los 22, ya es un poco tarde. Nadie escuchará,
porque los escritos no son literarios, sino
psicológicos. No están encaminados a obtener
un lauro académico o ganar premios, sólo
son lamentos en la oscuridad.

¡Los invito a salir a la luz de la vida,
a esta vida que es hermosa, bella!
Amen, trabajen, estudien, ayuden, entren en
una acción creadora, dejen de llorar o quejarse,
díganle sí a la vida, y decidan ser felices!.

1 comentario:

Céci dijo...

OLá,
Eu pouco entendo espanhol, mas percebi o sentido das tuas palavras, e gostei, não é por acaso que Fernando Pessoa disse um dia: "O poeta é um fingidor. Finge tão completamente Que chega a fingir que é dor A
dor que deveras sente."

Parabens, tenho pena de não perceber muito espanhol, mas tu sabes transmitir oq ue sentes.

Abraço
Cecília